
Se despertó al conocerme y veló por mis párpados. Leyó los testamentos de mi mente con un microscopio. Escaló por la inocencia del valle "Cuán únicos somos". Dibujó sus días usando de lienzo mi piel.
En un juego de memoria no encontró diferencias. Con cada derrape de chispa alucinaba más. Se abrió paso entre un sendero de fantasmas. Al amor hecho carne le dio mi nombre.
Me bendijo con escalofríos. Con destellos de un río bravo me bautizó. Al pie de vidrios rotos abrazó mi locura. Caminó junto a la luna debajo del sol.
Abrigó mis lágrimas de la nieve. Me sostuvo frente al tercer riel. Perdonó cada inconciencia que envolvía mi culpa. A un lado de la risa me conservó.
Y ahora está preso, dentro de un humano más. No puede hablar, ni sentir, ni existir. Su jaula está hecha de rencor. Sus manos sólo aprietan su yugular.
Camina entre multitudes, pero solo. Crea mil melodías, pero está sordo. Busca en otras almas lo que ya vio y está ciego. Abre los ojos cada día, pero está muerto.
1 comentario:
INTENSIDAD TOTAL. MANIPULAS UNA AMETRALLADORA DE PALABRAS. hay que leerte despacito: dejás sin aliento
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